
El niño decidió comer solamente tres veces a la semana. El enfermo tomó la decisión de tomar su medicina solamente los fines de semana. El policía que trabajaba en medio de una zona roja traía su arma muy de vez en cuando. El estudiante casi nunca leía las tareas y rara vez estudiaba para los exámenes.
¿Qué te parece? No parece muy sabio, ¿no es cierto? No alimentarse, no cuidarse, no protegerse, y no prepararse son decisiones que pueden costar la salud, o peor, la vida. Pero ¿no es igual en la vida espiritual?
Hace algunos años se hizo una encuesta sobre la lectura de la Biblia entre los evangélicos. Los resultados eran desalentadores. ¿Sabías que solamente alrededor de uno de cada tres evangélicos lee la Biblia diariamente? Hay otro uno de tres que la lee por lo menos semanalmente, y otro uno de tres la lee de vez en cuando no más. Esto significa que casi la mitad de los evangélicos lee la Biblia máximo una vez a la semana o menos. Pero yo pensé que uno de los rasgos más prominentes de los evangélicos era que son personas de la Biblia. Según las cifras, no parece. Tal como el niño debe comer todos los días me parece que los evangélicos deben comer espiritualmente todos los días. La mejor manera de comer es leer la Biblia cada día. Pero ¿Por qué?
Razón # 1 – Vivimos en tiempos muy peligrosos
Pablo, escribiendo hace dos mil años, dice en 2 Timoteo 4:1, “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.” O sea, dice Pablo que en los últimos tiempos va a haber sufrimiento y otras cosas que hacen daño. Es importante entender que para el NT “los últimos días” ya empezaron con la primera venida de Cristo (Hechos 2:16-17; 1 Juan 2:18, etc.) y seguirán hasta que Él regrese. Entonces, no solamente fueron Pablo y Timoteo los que estaban viviendo en los “tiempos difíciles,” sino también estamos nosotros.
Ahora, ¿Cuáles son los peligros que enfrentaban ellos y que nosotros también enfrentamos? Pablo habla de los días peligrosos en 2 Timoteo 4:1-9 y resume la idea en el verso 13, “los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.” Lo que hacen peligrosos los tiempos son las malas personas que engañan. Y lo más triste de todo esto es que no solamente van a surgir malos hombres dentro de este mundo, sino que muchos de esos malos hombres van a ser parte de la misma iglesia. Pablo habla de ellos en 2 Timoteo 3:5 diciendo que ellos “tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella.” Es decir, falsos maestros que tienen toda la pinta de ser cristianos van a perseguir y engañar a otros cristianos. Por eso Pablo le advirtió a Timoteo y a la iglesia que debieran prepararse para esos días tan peligrosos (por ejemplo, 1 Timoteo 4:1-2. Compara 2 Pedro 2:1-3).
El punto es que el mundo era en la época de Timoteo, es en nuestra época, y será en el futuro, espiritualmente un caos donde existen falsos profetas, pastores que son lobos vestidos de ovejas, misioneros que predican otro evangelio, y hermanos que persiguen a otros hermanos. ¿Cómo debemos enfrentar estas triste realidades? Necesitamos sabiduría, una guía segura que no cambia, que no falla, para poder manejar nuestras vidas en medio de ese caos. Necesitamos discernimiento para percibir entre lo falso y lo verdadero.
Pero ¿dónde vamos a encontrar una guía tan perfecta que pueda conducir nuestras vidas en medio del caos? Pablo le revela a Timoteo la respuesta en 2 Timoteo 3:14, “pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste.” ¿Cómo podía Timoteo permanecer firme dentro de ese caos espiritual? Permaneciendo en lo que él había aprendido. ¿Cuál fue esa fuente de enseñanza que debía guiar su vida? En el versículo 15 Pablo le dice a Timoteo, “desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras.”
Entonces, ¿cómo podemos nosotros permanecer firmes en medio de ese caos espiritual? Persistiendo en las verdades de la Biblia. La Biblia es nuestra guía más segura. La Biblia nos da el discernimiento necesario para orientar nuestras vidas en medio de los vientos violentos. La única forma de sobrevivir los días peligrosos es seguir la palabra de Dios, conocerla, estudiarla, y vivirla. Por eso, debemos leer la Biblia cada día.
Razón # 2 – La Biblia nos puede hacer sabios para la salvación
Pablo continua en 2 Timoteo 3:15, “desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” Hay cualquier cantidad de libros en este mundo, sin embargo, solamente un libro puede llevarnos a la salvación, la Biblia. Pero ¿Está diciendo Pablo que la Biblia puede salvarnos? No, la Biblia no es nuestro salvador, y no, yo no puedo salvarme por tener mucho conocimiento de ella. Más bien la idea es que la Biblia nos lleva a Él que sí, nos salva. La Biblia nos hace sabios para poder ver el Cristo que salva y creer el mensaje acerca de Él que, creyendo, nos salva.
Quizás piensas que esto no te aplica porque ya eres salvo. No obstante, el concepto de la salvación en la Biblia no siempre se refiere solamente a ese momento cuando llegamos a recibir a Cristo como nuestro Señor. La salvación también se refiere a todo el proceso de vivir la vida cristiana hasta el momento cuando nos paremos delante de Cristo en su reino eterno. O sea, la salvación no es solamente un punto de tiempo sino también es una línea. Al inicio de esa línea es el momento cuando pusimos nuestra fe en Cristo por primera vez. Fuimos salvos. En el otro extremo de la línea es el momento cuando culmine nuestra salvación cuando aparezcamos ante Cristo (1 Pedro 1:5; 2:2). El punto de Pablo es que la Biblia nos hace sabios para vivir toda nuestra vida creciendo en la salvación hasta llegar a ser recibido por Cristo en su reino eterno. Entonces, debemos leer la Biblia cada día para que crezcamos en sabiduría para poder llegar bien a la culminación de nuestra salvación. Quizás has tomado una decisión de seguir a Cristo, sin embargo, ¿estás creciendo en la salvación? ¿Estás madurando espiritualmente de modo que muestras más y más sabiduría en todas las áreas de tu vida? Esto es algo que aplica a todos los cristianos, sean maduros o bebitos en la fe. El camino es difícil y nosotros somos débiles, por eso, es sumamente importante que leemos la Biblia cada día para ser llenos de la sabiduría que necesitamos para llegar al final de la carrera.
Razón # 3 – La Biblia es Dios hablando
Lo que anhelamos es saber lo que Dios desea para nuestras vidas, escuchar su voz para poder escoger el camino correcto, ¿no es cierto? Pero ¿dónde podemos ir para escuchar la voz de Dios, para tener una vista clara de su voluntad? Pablo nos orienta en 2 Timoteo 3:16, “Toda la Escritura es inspirada por Dios.” La palabra “inspirada” aparece solo una vez en toda la Biblia y significa que las escrituras fueron producidas por “el soplo de Dios.” Es decir, que Dios exhaló las escrituras. Esto significa que la Biblia tiene un origen divino, que ha venido de la misma boca del Dios eterno. La Biblia es un libro que es verdaderamente la voz de Dios. Es la palabra de Dios en una forma escrita. La Biblia es tanto la palabra de Dios que es como si Dios mismo estuviera parado aquí conversando cara a cara con nosotros. Tiene la misma autoridad, el mismo poder, revela la misma voluntad y por eso merece la misma obediencia. La Biblia no es Dios, no obstante, es su verdadera palabra.
¿Por qué debemos leer la Biblia cada día? Porque es la verdadera Palabra de Dios. Yo quiero escuchar su voz, saber su voluntad para mí, y ser guiado por Él, por lo tanto, debo leer el libro que él mismo nos dio para conocerlo mejor. Es por eso que debo leer la Biblia cada día.
Razón # 4 – La Biblia es la herramienta más útil para crecer y servir
En 2 Timoteo 3:16-17 Pablo dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” Dios nos ha dado una herramienta divina para perfeccionarnos espiritualmente y para que podamos ayudar a otros a ser perfeccionados también. Pues la Biblia es útil para muchas cosas. Es útil para instruir las verdades de Dios. Es útil para reprender cuando hay rebelión. También es útil para reorientar a los desviados hacia los senderos de Dios de nuevo. Y la Biblia es útil para mostrar cómo podemos vivir para agradar a Dios. Entonces, cualquier ministerio que tengamos, o cualquier situación que nos enfrente, la Biblia es totalmente suficiente para dirigirnos, para guiarnos, para equiparnos. Es el abono que nos hace crecer y es la herramienta útil para ayudar a otros a crecer. Por eso, debes leer tu Biblia cada día.
¿Faltan razones? Por todo lo que la Biblia es y por lo que puede hacer, por todo esto y más debemos leer la Biblia cada día.